lunes, 28 de febrero de 2011

Perdidos en la ciudad...

Se tuerse la boca de nervios, caminabas distraido y esperando hace un tiempo estaba yo. Un compose de colores acompañaban tu andar y me viste. Una sonrisa instantánea se dibujo en mi cara y nos echamos a caminar. Es como si siempre te hubiese tenido en frente, ese primer abrazo fue rápido y empezaron a saltar mínimas palabras desvariadas de nuestras bocas, tu típica tonada tan característica se me hizo familiar...
  En un rato parecíamos perdidos en la ciudad, mirándonos de a rato y sonriendo a la par. Tu forma tan dulce de actuar se fundía en el aire en el momento exacto al contacto. - Yo no quiero estudiar - Y yo no puedo parar de mirarte- Meses de amistad, reflejados en unas pobres horas acompañandote. El tiempo se comporto con nosotros y paso lento. Al momento justo de mirarte fijo no podía mantener la mirada y ahí cruzamos algo mas que palabras, un dulce sabor quemaba en mi boca. Suave, repentino y lento, el cariño se fundía en un acto...
 Desde ese momento vos empezaste a balbusear cosas que casi ni recuerdo, todo se volvió cero. Las cosas se me entremezclaron, yo no te quería de esa forma, no, no, las cosas no pueden ser así... Esos abrazasos e  inocentes muestras de ternura fueron pequeñas marcas que dejaste. Era el momento de caer en el mundo real de nuevo. -Acá esta mi parada- te sostuve la mano, otra vez tus labios se rozaban con los mios. Miradas hacia abajo hacían pedir que tardara un poco mas el camino de vuelta pero siempre llega el momento... Me tengo que ir, no quería despegarme. Te solté, me soltaste - Cuidate-  y te quedaste ahí, no mire hacia atrás, era el momento de verte y estuvo bien, estuvo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario