domingo, 13 de noviembre de 2011

Una tarde sola en casa...

 Una noche es donde uno se sienta a recapacitar que es lo que va mal en su vida. Cuando ves a las personas que antes solían ser parte de vos cada vez mas lejanas e inrreconocibles...
 Creo que no me se bien como fue que la tenia en frente de nuevo... Estaba ahí parada como si no hubiese pasado nada, como si las palabras que habían cerrado la puerta se hubiesen violado...
  Le sedi el paso y se sentó descontracturada sobre el rojo sillón que contrastaba con su personalidad, apasionada y frontal... Cuando la ves moverse con naturalidad, no puedes creerlo. Parada en una esquina la miraba fijo, recorriendo su rostro, era aun mas perfecto de como me lo imaginaba. 
 Se endereza y comienza a mirarme desafiaste, sus grandes y celestes ojos se posaron en mi. Ahí empezó a hablar... 
- Como extrañaba la expresión de tu rostro asombrado- Me decía riéndose bajo. En una mano un vaso, en la otra un cigarrillo y en su hombro mi nombre con una fecha...
 Se sentía esa tensión en el aire, ella aproximandose, yo tratando de correr. Otra vez estaba pasando. Me alcanza con su mano y me sujeta fuerte...
- No te voy a dejar ir nuevamente -. La presión de una presencia que lastima y a la vez deja un suave y dulce sabor. Me aprisiona contra su cuerpo y me mira desamparada, la tristeza y la desesperacion  se reflejaban en sus ojos. En ese momento logro quitarme un beso salado, ácido y embriagador. Un shot de ardiente tekila en sus labios. El oasis para quien muere de sed. La desolación para quien muere de amor. 
  Con una sonrisita perspicaz salio a correr a mi habitación, ella conocía bien el camino. Ir tras ella, encontrarla posada en la ventana. Me senté en mi cama y mire hacia abajo...
 Su delicada mano corre el cabello de mi cara. Y empieza a recorrerme. El calor de su piel contra la mía, química pura recorriendo cada milímetro de mi cuerpo. Ella noto que comence a temblar, volviendo a sentir el poder que ejerce sobre un pequeño ser que es bulnerable a su figura angelical, eso que muestra... 
 Me pregunto ¿Por que? Mientras siento el cosquilleo de su largo cabello rubio sobre mi panza... Esto no tendría que ser así. Y aunque quisiera, no podría sacar su cuerpo de encima de mi, su semblante preocupado y perdido me pedían que continuara. Una vez mas no hará daño, me pide un te amo y callo. No seria justo mentirle, yo no soy como ella
  Miraba el techo mientras ella volvía de la cocina tapada por mi sabana blanca. Se acuesta nuevamente y pasa sus manos sobre mi. Ese impulso descontrolado que le provoco la soledad fue tan grande que la hizo volver a mi casa, a mi, a mi alcoba. De nuevo su perfume floral se confunde con el tierno aire de primavera. De nuevo mi cabeza no para de pensar...
 Me interrumpe dandome de fumar de su boca. Trataba de decirme tantas cosas y no la deje hablar, hasta que al fin abocó esas delicadas palabras... 
  -Te amo- De nuevo se escucha el silencio de una casa vacía, de dos cuerpos solos...
¿Y si yo también la sigo amando y si al fin las cosas son diferentes? Antes me controlabas agarrándome de la mano, ahora necesito mas que eso... 
Abrir y cerrarlarle la puerta en la cara... "Vete ya querida que es hora de partir". Hay cosas que mejor hay que dejarlas enterradas en el pasado, para seguir guardando momentos buenos y no locuras amargas. Recordarla es mirar a mi alrededor, pero tenerla es matarme a mi.